Lo canta Calamaro y lo dice Cristina en "Vicky Cristina Barcelona". Me lo canto y me lo digo mucho últimamente

Miércoles, 22 de Octubre de 2008

Me encanta jugar mi papel de niña desvalida que necesita la presencia de otro para sentirse bien, que necesita agarrarse de la mano de papá para no caer, porque aún siente que no puede caminar sola. Me gusta y seguramente lo interprete bien, porque siempre encuentro a más de uno dispuesto a responder a mis preguntas y ayudarme. Supongo que tampoco tendrá demasiado problema que me divierta de esa forma, pero sé que todo se complica cuando lo conduzco todo al extremo y empiezo a pensar: “ayúdame, cógeme, porque no puedo sola”, cuando me apoyo demasiado y no quiero andar, sino que el otro guíe mis pasos. Supongo que siempre me ha dado demasiado miedo el caer de bruces contra el suelo, porque duele. Y no me gusta el dolor. Debería darme cuenta de que las heridas me habrán enseñado multitud de lecciones.
Por eso me agarro a él, porque soy la niña desamparada que necesita escuchar sus consejos y agarrarse a su mano experta para no caer. Y quiero creer que a él le encantará jugar el papel del padre que nunca fue o que nunca quiso ser. No solicita mi ayuda porque yo no sé nada de la vida. Pero no sé nada de la vida porque soy demasiado joven y me quedan muchas cosas por sufrir. E imagino que ambos nos sentiremos cómodos dentro de este papel que hemos escogido interpretar, en esta obra de una relación a medias, de una relación mal entendida ó entendida a nuestra manera, que no es la misma para ninguno de los dos. Un juego de preguntas y respuestas; de mentiras que no querré creer, pero que tragaré, cerrando los ojos para que no sepan tan mal al rozar mi garganta.